ANÁLISIS DE LOS NIVELES DE INTERLEUCINA -18 EN SALIVA DE NIÑOS CON CARIES DENTAL QUE ACUDEN AL CENTRO DE ATENCIÓN MÉDICA INTEGRAL EN TEPATITLÁN DE MORELOS, JALISCO

Abstract

La caries dental es considerada una enfermedad crónica, multifactorial y dinámica que implica ciclos repetidos de desmineralización y remineralización durante todo el día. Es el resultado de un proceso en el que la estructura mineral del diente se desmineraliza por los ácidos orgánicos producidos por las bacterias del biofilm (Pitts et al., 2017). Las bacterias que están estrechamente relacionadas con la caries dental inicial son los Estreptococos Mutans y Estreptococos Sobrinus y con las lesiones avanzadas los Lactobacilos (Lamont et al., 2018). Hoy en día, es bien sabido que no sólo las bacterias, sino también los hongos, tales como Cándida albicans pueden favorecer la progresión de la caries (Meyer & Enax, 2018). La caries dental es un proceso de enfermedad multifactorial, ya que se lleva a cabo mediante una interacción compleja entre las bacterias productoras de ácido, carbohidratos, tiempo y factores del huésped que incluyen los dientes y la saliva (Figura 1) (Selwitz et al., 2007). La saliva es uno de los factores del huésped más importantes y un mediador esencial en el control de la velocidad y la dirección de la vía cariogénica. La saliva puede proteger a los dientes a través de varios mecanismos, tales como la limpieza de restos de comida y el azúcar, la agregación y la eliminación de los microorganismos, neutralización de los ácidos, el mantenimiento de la sobresaturación con respecto a los minerales de los dientes que participan en la formación del esmalte y la defensa antimicrobiana (Gao et al., 2016).